La reina Cristina de Suecia by Dario Fo

autor:Dario Fo [Fo, Dario]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Histórico
editor: ePubLibre
publicado: 2016-12-31T16:00:00+00:00

La repentina decisión de abdicar

La asombrosa noticia quedó circunscrita al principio al ámbito familiar, aunque, por supuesto, el canciller Oxenstierna lo había intuido y en París el cardenal Mazarino estaba al corriente. Sin embargo, a principios de agosto de 1651 Cristina informó al Consejo Real de su decisión, para la cual pedía «no una sugerencia, sino un asentimiento».

Todos se preguntaban la razón de aquel rechazo del reino. ¿Qué clase de locura habría conducido a un gesto similar a una soberana tan amada por su pueblo? No, no fue locura la suya, sino coherencia. Había repetido sin cesar que detestaba el matrimonio, declarando que la peor tumba para una mujer, sobre todo si ostenta el poder, es la de ceder su independencia moral y humana a un hombre que se desliza en su cama, ofreciéndole así el derecho a desclasar a su cónyuge a la condición de súbdito. Por otra parte, Lutero había dejado bien claro lo que correspondía a las mujeres: ¡Que generen hijos hasta la muerte!, había tronado. Pues bien, ella no tenía la menor intención de hacerlo: no se dejaría usar por ningún hombre como el campesino usa sus campos, ni generaría hijos por verse forzada a ello. Y, además, ¿qué clase de hijos? «Podría generar con la misma facilidad un Nerón o un Augusto», había declarado. Empezó a pensar que la Iglesia católica podría protegerla. Lo indudable es que tenía que marcharse, antes de asfixiarse allí, y para poder irse tenía que deponer la Corona. Parafraseando a Enrique IV de Francia, Cristina estaba gritando de esa manera: «La libertad bien vale la renuncia a un reino».

No solo cedió la Corona, sino que señaló a su sucesor: el conde palatino Carlos Gustavo Zweibrücken-Kleeburg.

En 1654 Cristina se convirtió al catolicismo y abdicó. Su primo Carlos se convirtió en rey con el nombre de Carlos X.

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